EL 23 de febrero de 2002, tres días después de la terminación de la Zona de distensión por parte del gobierno Pastrana, se presentó el secuestro de la candidata presidencial Íngrid Betancourt cuando intentaba llegar por tierra a la población de San Vicente del Caguán. Varios funcionarios de la época señalaron la responsabilidad de la misma candidata al ignorar las advertencias de presencia guerrillera en la zona.
La llegada a la presidencia de la República de Colombia de Álvaro Uribe, quien inicia la implementación del Plan Patriota, implicó la intensificación del combate contra las FARC, sosteniendo la tesis de que en Colombia no existe un conflicto armado sino una amenaza terrorista. Por su parte las FARC decidieron promover un regreso a la estrategia de guerra de guerrillas, para de esta manera conservar su estructura, a pesar de estar sometidos a un alto grado de presión y de sufrir en el camino varias deserciones e incautaciones de material logístico.
Hacia el año 2002, según cifras del gobierno, el número de guerrilleros en armas de las FARC solía estimarse en alrededor de 18 000 y, a inicios del 2005, según estas mismas cifras su número estaría entre 12 000 y 13 000. En 2008 el ejército estimaba que tendrían 8000 guerrilleros en sus filas. Las FARC no suelen mencionar cifras específicas, pero estiman que tendrían más de 20 000 hombres. Otras fuentes mencionan diferentes cifras.
Durante el primer periodo presidencial de Álvaro Uribe, no hubo contactos serios entre las FARC y la administración para hablar de paz. Posteriormente, continuaron algunas esporádicas gestiones diplomáticas en pro de la realización de un acuerdo humanitario, conocido también como intercambio de prisioneros o canje, entre las FARC y el gobierno colombiano.
Las FARC pedían que se liberaran todos sus guerrilleros presos, incluidos alias «Simón Trinidad» y alias «Sonia» (quienes fueron extraditados a Estados Unidos acusados de tráfico de drogas y terrorismo) y después de ser reintegrados a la organización, Las FARC liberarían un pequeño grupo de 44 secuestrados, los denominados «canjeables». Para que dicho cambio se hiciera realidad, las FARC pidieron como requisito la desmilitarización de dos municipios (Pradera y Florida). Lo cual para varios observadores se aprovechó con fines políticos y militares y ante lo que se recibió numerosas críticas de la población civil nacional e internacional. Algunos crímenes de este grupo y sucesos representativos de este período son:
El 7 de febrero de 2003 las FARC atentaron contra el Club El Nogal donde murieron 36 personas y 200 más quedaron heridas, el atentado fue perpetrado por la Columna Teófilo Forero y Miembros del secretariado.
El 6 de mayo de 2003 las FARC asesinaron al gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria y a su asesor de paz Gilberto Echeverri a quienes secuestraron un año antes durante una marcha por la paz, engañándolos al hacerles creer que iban a hablar con ellos.
El 18 de junio de 2007 las FARC asesinaron a 11 diputados a quienes había secuestrado en 2002, argumentando supuestos ataques del ejército, lo cual no lograron demostrar.
El 1 de marzo del 2008 las FARC sufren uno de los más duros golpes de toda su historia, al morir Luis Edgar Devia Silva alias Raúl Reyes durante un bombardeo por parte de la Fuerza Pública de Colombia su campamento guerrillero ubicado en Ecuador, cerca de la frontera colombiana. A su vez, esta incursión desencadena una crisis diplomática entre Colombia, Ecuador y Venezuela.
El 7 de marzo de 2008 se anuncia que otro miembro del secretariado de las FARC: Iván Ríos fue asesinado por su guardia personal, quienes huyeron entregándose al gobierno colombiano.
El 26 de marzo de 2008, Manuel Marulanda, el fundador y jefe de las FARC también muere (por causas naturales), por lo que en menos de un mes la cúpula de la organización es sacudida fuertemente.
Las negociaciones por el "acuerdo humanitario" prosiguieron en un relativo estancamiento hasta que el 1º de julio de 2008 las Fuerzas Armadas de Colombia realizaron un operativo de rescate de un importante grupo de secuestrados en poder de las FARC en las selvas del Guaviare. Este operativo, llamado "Operación Jaque" consistió en montar una sofisticada operación de engaño durante varios meses, interceptando las limitadas comunicaciones entre los diferentes jefes de la guerrilla para hacerles creer a los custodios de los secuestrados que se preparaba una nueva liberación, probablemente auspiciada por el presidente venezolano Hugo Chávez y algunos emisarios europeos, entre ellos Jean Pierre Gondard, quien a la larga fue manipulado en pos de la operación y para concretar el trabajo de inteligencia realizado a la cúpula de la guerrilla. En esta operación fueron liberados la excandidata presidencial Ingrid Betancourt junto a tres contratistas norteamericanos y once soldados y policías colombianos que llevaban entre diez y seis años secuestrados. Por esta treta considerada un acto de traición, los altos mandos de las FARC consideran a César sospechoso de traición a la causa y objetivo de sus acciones, aunque éste junto a Gafas en la actualidad permanecen presos y no fueron incorporados al programa de reinserción ni al plan de Justicia y Paz del gobierno colombiano para acoger a los guerrilleros que abandonan voluntariamente a las FARC. Ellos niegan cualquier participación voluntaria en la operación Jaque y sostienen que fueron engañados por las autoridades colombianas alegando el aislamiento y los problemas de comunicación que tenían con el Secretariado, lo cual no les permitió verificar a plenitud la veracidad del supuesto traslado de cautivos con fines de una liberación acordada por sus jefes.
La operación Jaque se considera, junto con la operación Fénix 2 (la que dio de baja a Raúl Reyes), uno de los golpes más duros que el gobierno de Álvaro Uribe propinó las FARC durante su mandato.
Junto a Ingrid Betancourt también convivieron otros dos liberados: Alan Jara, actual gobernador del Meta y Clara Rojas. Alan Jara fue liberado el 3 de febrero de 2009. A las 2:12 p.m. arribó al aeropuerto Vanguardia de Villavicencio, donde se reencontró con su esposa y su hijo Alan Felipe. Agradeció a, a los miembros de "Colombianos por la Paz". Entre los comentarios que hizo, Jara mencionó que las "FARC no estaban derrotadas para nada", del trato de la guerrilla dijo "no hay maltratos, no hay grosería, no hay humillación" y que la solución al conflicto armado colombiano no solo es militar, también es "política" y que no ve una solución que no sea "la negociada".
El presidente Uribe se declaró dispuesto al acuerdo humanitario, pero declaró que siempre y cuando fuera un proceso serio de parte de las FARC y de que los guerrilleros eventualmente liberados no volvieran a la subversión, además de seguir insistiendo en el cerco humanitario o el rescate de los secuestrados. Tiempo después de sus declaraciones hubo amenazas contra Jara por parte del paramilitarismo, por apoyar a la guerrilla tras 8 años de secuestro.
El 22 de diciembre de 2009, un comando de las FARC asesinó al Gobernador de Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, secuestrado el día anterior en la localidad de Florencia. En mayo de 2010, también en Caquetá y coincidiendo con el inicio de la campaña para las elecciones presidenciales, las FARC lanzó un ataque en el que murieron nueve militares del ejército colombiano.
El 22 de septiembre de 2010 murió en el departamento del Meta el jefe militar de las FARC Víctor Julio Suárez, alias Jorge Briceño, mejor conocido como El Mono Jojoy, en un ataque del Ejército conocido como Operación Sodoma.
El 9 de abril de 2011 detuvieron al guerrillero Víctor Ramón Vargas Salazar en una operación desarrollada por el ejército y la armada de Colombia. Víctor Ramón Vargas Salazar buscaba apoyo de la banda terrorista española E.T.A. para asesinar en España a dos expresidentes colombianos.
El 4 de noviembre de 2011 fue abatido Guillermo León Sáenz Vargas, alias ‘Alfonso Cano’, sucesor en al comandancia de las FARC de Manuel Marulanda, "Tirofijo"; operativo llamado por las Fuerzas Militares Operación Odiseo. El 26 de noviembre del mismo año la guerrilla asesinó a tres policías y a un militar que llevaban más de diez años secuestrados en la selva de Caquetá.
El 3 de febrero de 2012 una oleada de atentados en el suroeste de Colombia causaron al menos 19 muertos y un centenar de heridos en Tumaco, Villa Rica y otras localidades. Las explosiones fueron dirigidas contra cuarteles de policía aunque la mayoría de víctimas fueron civiles. El 18 de marzo otro ataque de las FARC causó la muerte de 11 militares del Ejército Nacional en Arauca, cerca de la frontera con Venezuela.
El 21 de marzo de 2012 el Gobierno puso en marcha el plan de guerra 'Espada de honor', cuya primera operación tuvo lugar en Arauca dejando 33 guerrilleros muertos y un capturado pertenecientes al frente 10 de esa guerrilla. En la madrugada del 28 de marzo intensos operativos denominados Operación Armagedón en Vista Hermosa Meta dejan 36 guerrilleros muertos y tres capturados pertenecientes al Bloque Oriental, dando un total de 73 guerrilleros dados de baja y capturados en una misma semana, siendo dos de los operativos más contundentes estratégica y logisticamente dados a dicha organización neutralizando a seis cabecillas de frentes guerrilleros, y siete segundos-cabecillas.
El 5 de abril de 2013 cuatro militares colombianos murieron durante los combates con la guerrilla en el norte de Cauca. El 20 de julio murieron 21 militares colombianos en dos ataques atribuidos a las FARC en los departamentos de Arauca y Caquetá, siendo el mayor ataque de la guerrilla desde que se iniciaron las conversaciones de paz a finales de 2012.
El 15 de abril de 2015 las FARC lanzaron un ataque en la región de Cauca que costó la vida de 11 militares colombianos y otros 15 resultaron heridos, rompiendo el alto el fuego iniciado en diciembre de 2014 para continuar sin contratiempos con el proceso de paz iniciado con el gobierno de Juan Manuel Santos desde el año 2012.
El 23 de junio de 2016, las FARC y el gobierno de Colombia firman el último de los seis puntos de una agenda de negociaciones iniciadas con el gobierno el 4 de septiembre de 2012, para dar fin al conflicto armado de más de 50 años con este grupo subversivo. Esta acción fue realizada en La Habana, Cuba, donde se desarrollaron los diálogos de casi cuatro años. Luego de la firma oficial de los acuerdos que se realizará en Colombia, se procede con la movilización de los ahora exinsurgentes a las llamadas “Zonas Generales Transitorias Veredales de Normalización” y campamentos en el país destinados a la desmovilización y la entrega del armamento a la ONU en una lapso de seis meses.
El 26 de septiembre de 2016 se firma de manera oficial el Acuerdo de La Habana en la ciudad de Cartagena, con presencia de varios jefes de estado y personalidades de otros países, además del Secretario General de la ONU; Ban Ki-moon.
El 24 de noviembre de 2016 se firma el acuerdo modificado en el Teatro Colón de Bogotá, luego de la negativa de los colombianos a los acuerdos originales en el plebiscito realizado el 2 de octubre; acuerdo que es ratificado en el Congreso de la República.
El 1 de diciembre de 2016 reinicia el proceso de movilización de los exsubversivos a las Zonas Generales Transitorias Veredales de Normalización, proceso que se suspendió debido al triunfo del NO en el plebiscito y mientras se renegociaban los acuerdos con los promotores del NO.
El 27 de junio de 2017 la ONU certifica la entrega total de armas por parte de las FARC a este organismo (un total de 7.132 armas individuales, excepto las utilizadas para vigilar y proteger a los excombatientes en las zonas y campamentos), las cuales quedan embaladas en contenedores para después ser fundidas, con el objetivo de hacer tres monumentos que recuerden a las víctimas del conflicto que estarán ubicados en: Bogotá (capital del país), La Habana (sede de los diálogos) y Nueva York (sede de la ONU).
El 14 de agosto de 2017 son entregadas a la ONU las últimas armas correspondientes al esquema de seguridad de las Zonas Veredales y campamentos de los exinsurgentes de las FARC, completando así 8.112 armas entregadas por parte del ahora exgrupo guerrillero; así como más de un millón de cartuchos destruidos. También se incluye la destrucción por parte de la ONU de granadas, explosivos, minas antipersona y caletas con armas. De esta manera, las FARC dejan de existir oficialmente como grupo beligerante.
El 24 de agosto de 2017 se conoció el listado de bienes que las FARC entregaron con el que se supone que ayudarían a reparar las víctimas del conflicto armado. Mientras la Fiscalía calculaba unas 400.000 reses, más de 450 mil hectáreas en terrenos valoradas en más de un billón de pesos (COP $1'000.000.000.000) (USD $339 millones) y más, las FARC presentaron un listado en el que relacionaban especialmente utensilios domésticos, cirugías de pene, umbilicales, de varices, carreteras, las armas que entregaron a la ONU y unas pocas fincas desconocidas sin registro catastral. Este listado ha sido catalogado por la Fiscalía como inútil e improcedente y se ha percibido como irrisoria ante el pueblo y los medios de comunicación.
El 31 de agosto de 2017 fue presentado su partido político, el cual conserva las iniciales de las FARC pero cambiando el nombre a Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común. |